sábado, 21 de mayo de 2011

B.A.L.O.N.C.E.S.T.O.

Desde que era muy pequeñita siempre me había gustado bailar y con 8 años logré entrar en un conservatorio profesional de danza donde la cosa no era fácil, exigía mucho sacrificio, pero me gustaba. Tuve que dejarlo y me dio mucha pena, entré en el equipo de baloncesto del colegio simplemente para llenar ese vacío del conservatorio, nada mas.
Poco a poco fue creciendo y el baloncesto comenzó a ser algo que me gustaba, quien lo iba a pensar... He estado 4 años con un mismo equipo y me dió pena dejarlo, pero la vida sigue... En ese tiempo y en ese equipo he aprendido muchas cosas, creo que la más importante fue decir las cosas a la cara. Dos de las personas más importantes para mí estaban en ese equipo, y sobretodo una que si no fuera porque yo entré al equipo ahora mismo no sé ni si quiera si nos hablaríamos...Si, es una borde y qué pero ella es así  y creo que fue el baloncesto lo que hizo que nuestra amistad fuera más fuerte, tuvimos las broncas más gordas dentro del equipo, me acuerdo que acabé llorando en un entrenamiento y encima nos pusieron juntas y lo arreglamos... Con el baloncesto he llorado de alegría, de rabia, me han dado ganas de meterle 4 ostias a la gilipollas que te está molestando todo el rato, me he lesionado millones de veces, pero ha merecido la pena.
Porque para algunas personas el baloncesto es simplemente un deporte, para mí y muchas más personas, no lo es...

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