martes, 20 de enero de 2015

Nada ha cambiado.

Desde que te fuiste poco ha cambiado. Las cosas siguen igual por aquí, tal y como las dejaste llenas de tus recuerdos y con algún papeleo que otro, cosas del sistema en el que vivimos. Intentamos poco a poco seguir nuestras vidas detrás de la rutina, pero tú sabes perfectamente sacar un hueco para dejar que tu recuerdo nos saque de ella y provoque en nosotros alegría, frustración, rabia, arrepentimiento... Sí, tú, que te has atrevido a irte y no volver y atacar a diestro y siniestro con los recuerdos, que muy bien guardas a buen recaudo y los usas en nuestros momentos de flaquezas. Tus recuerdos duelen porque decidiste que se quedasen en recuerdos, pero tú sabes que también ellos son los que sin que nos demos cuenta, hacen que nos acompañes día a día, justo como hacías antes. 
También he de decirte que para mi no todo sigue igual, desde que ya no estás el mundo parece otro, pero a veces hay que tomárselo con humor, por eso me dejaste todos aquellos chistes y tonterías para que, aunque la cosa se tuerza un poco, la risa y el humor no deben perderse.
Como te he dicho, desde que te fuiste nada ha cambiado, tú ya no estás.